2.1.2  SUGERENCIAS Y COMENTARIOS BIBLIOGRÁFICOS


Se registran aquí los textos sugeridos por los investigadores, por considerar que tienen relación (conceptual, de fundamentación teórica o metodológica, ejemplificativa o de enfoques análogos, etc.) con la temática de nuestra investigación. Se considera conveniente que la propuesta no se limite a reproducir el título de la obra, sino que se aporte algún comentario del propio investigador.

TEXTOS SUGERIDOS

Por orden alfabético. Ver comentario siguiendo hipervínculo

 

BERGER, Peter y Thomas LUCKMANN. La construcción social de la realidad

GRIGNON, Claude y Jean- Claude PASSERON. Lo culto y lo popular. miserabilismo y populismo en sociología y en literatura.

HALL, Stuard. Notas sobre la deconstrucción de lo popular.

MARC, Edmond y Dominique PICARD. La interacción social. Cultura, instituciones y comunicación.

Potter, Jonathan. La representación de la realidad. Discurso, retórica y construcción social

Searle, John. La construcción de la realidad social

VAN DIJK, T. Estructura discursiva y cognición social

WENGER, Etienne. Comunidades de práctica


From: Mirta Bialogorski

To: UDELAC-2006
Sent: Sunday, April 02, 2006 3:11 PM
Subject: COGNICIÓN SOCIAL Y T. VAN DIJK: "Estructura discursiva y cognición social"

Estimados investigadores de la UdelaC:

 

Al releer el Proyecto que nos convoca y viendo las referencias a la noción de COGNICIÓN SOCIAL, recordé que Teun Van Dijk en “Estructura discursiva y cognición social” (http://www.geocities.com/estudiscurso/vandijk_edcs.html)

plantea ese punto al afirmar que la relación entre discurso y sociedad no es directa sino que está mediada por la cognición compartida por los miembros de una sociedad.

 

La cognición social, dice, es una interfase entre la estructura social y la estructura discursiva y la constituyen aquellos conocimientos, valores, normas, ideologías que adquiere y comparte un individuo en el marco de su cultura y sociedad con los cuales constituye un modelo que le sirve para interpretar la realidad.

 

Su posición podría tal vez aproximarse a la que desarrolla la corriente de la Psicología social del desarrollo cognitivo (Ver Diccionario de Ciencias Cognitivas…), que propone estudiar al individuo "en vías de adquisición de conocimientos en contextos sociales, los que proveen marcos para la selección y la modalidad de procesamiento de la información a partir de representaciones colectivas” y que se basa en el estudio del aprendizaje social y  la interiorización de las competencias adquiridas en las interacciones sociales.

 

 

 Más allá de las diferencias que podamos marcar entre una perspectiva y la otra, creo que estas lecturas pueden ofrecernos ciertas pautas sobre todo, al momento de interpretar  aquellos comportamientos situados histórica y socialmente que podamos registrar en nuestras respectivas búsquedas.

Cordialmente,

                             Mirta


From: Mirta Bialogorski

To: UDELAC
Sent: Saturday, May 27, 2006 7:57 PM
Subject: comentario de bibliografía

 

Estimados/as investigadores/as de la UdelaC:

 

 

Dado que para nuestra investigación son fundamentales conceptos tales como INTERACCIÓN SOCIAL y CONSTRUCCIÓN DE FENÓMENOS SOCIALES,  recomiendo leer o releer (ya que se trata de textos que probablemente muchos de ustedes los  han visto en algún momento) los siguientes autores:

 

BERGER, Peter y Thomas LUCKMANN (1968) La construcción social de la realidad. Amorrurtu editores, Buenos Aires, Argentina.

 

MARC, Edmond y Dominique PICARD (1992) La interacción social. Cultura, instituciones y comunicación. Paidós. Barcelona, Buenos Aires, México.

 

Potter, Jonathan (1998) La representación de la realidad. Discurso, retórica y construcción social. Paidós. Buenos Aires.

 

Searle, John (1997) La construcción de la realidad social. Paidós, Buenos Aires.

 

 

Un breve comentario de cada uno:

 

Jonathan POTTER (Profesor de Análisis Discursivo en la Loughborough University, Inglaterra) se pregunta cómo se fabrica la realidad. Sostiene que aunque la noción de construcción social es ya común en gran parte de la investigación social, suele pasarse por alto qué es precisamente lo que se construye e incluso cuál es el sentido del constructivismo. De modo que el significado de este término, afirma, se utiliza con varios matices distintos y hasta contradictorios dentro de las ciencias sociales.

En este libro, el autor da un panorama  general de las distintas tradiciones del pensamiento constructivista.

Potter explica que los argumentos de su libro se pueden concebir como organizados en torno al contraste entre dos metáforas: EL ESPEJO Y EL TALLER DE CONSTRUCCIÓN.

En la METÁFORA DEL ESPEJO, existe un conjunto de objetos del mundo que se reflejan en una superficie lisa, que sería el lenguaje. El lenguaje refleja cómo son las cosas mediante descripciones, representaciones y relatos. Es una metáfora que produce descripciones pasivas: se limitan a reflejar el mundo. Sin embargo, como la imagen de un espejo o una fotografía, también pueden representar ese mundo y ser tan adecuadas como el mundo mismo para muchos propósitos.

La METÁFORA DE LA CONSTRUCCIÓN, funciona en dos niveles cuando se aplica a las descripciones. El primero, es que las descripciones y los relatos construyen el mundo o por lo menos, versiones del mundo. El segundo es que estos mismos relatos y descripciones están construidos. Aquí, construcción sugiere la posibilidad de montaje, fabricación, la expectativa de estructuras diferentes como punto final y la posibilidad de emplear materiales diferentes en la fabricación. Esta noción destaca que las descripciones son prácticas humanas y que podrían ser diferentes.

Según la versión más fuerte de esta metáfora, el mundo literalmente pasa a existir a medida que se habla o se  escribe sobre él. La realidad se introduce en las prácticas humanas por medio de las categorías y descripciones que forman parte de esas prácticas. El mundo no está categorizado de antemano de manera que nos vemos obligados a aceptar. Se constituye de una u otra manera a medida que las personas hablan, escriben, discuten sobre él.

Juzgar si una práctica refleja o construye la realidad exige comparar la descripción con la realidad. Sin embargo, dice el autor, “la "realidad" no puede intervenir en este debate sino en forma de otra descripción, lo que plantearía si esta nueva descripción es en sí misma descriptiva o constructiva” (p.130)

“Si tratamos las descripciones como construcciones y constructivas podemos preguntarnos cómo se ensamblan, qué materiales se emplean, qué tipos de cosas o sucesos producen. No creo que la cuestión aquí sea el debate filosófico de la ontología, es decir el debate  sobre que tipos de cosas existen y cuál es su condición. En cambio, este enfoque nos permite centrarnos en cuestiones analíticas y prácticas” (p.131)

 

 

Peter BERGER y Thomas LUCKMANN sostienen, desde un desarrollo fenomenológico, que la realidad se construye socialmente y que la SOCIOLOGÍA DEL CONOCIMIENTO debe analizar los procesos por los cuales esto se produce, es decir, debe ocuparse de la construcción social de la realidad.

Afirman que los mundos en los que todos vivimos no son simples fenómenos naturales y objetivos, sino que están construidos por toda una gama de prácticas y convenciones sociales diferentes. Sin embargo, su libro no es analítico, se centran en la fenomenología de la experiencia de los individuos. Es decir, en vez de observar el funcionamiento de los procesos de construcción en el habla y en los textos, destacan la percepción y la comprensión de las personas.

 

John SEARLE (Prof.de Filosofía de la Universidad de California, Berkeley)  en su obra LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LA REALIDAD, examina aquellos conceptos que se vuelven objetivos sólo por el acuerdo social y que, en virtud de ello mismo, terminan construyendo el universo de la realidad cultural y social. Dice Searle:

(...) "hay porciones del mundo real, hechos objetivos en el mundo que son hechos merced al acuerdo humano. En un sentido, hay cosas que existen sólo porque creemos que existen" (p.21).

Refuta la idea de que  toda realidad es socialmente construida y afirma que hay que distinguir entre realidad y realidad social . “… en ese sentido podríamos decir de que no toda realidad es construida sino sólo lo que es la "realidad social" (p.22)

Para Searle hay una realidad totalmente independiente de nosotros que lo lleva a diferenciar  entre “hechos institucionales” y “hechos brutos”:

“Los hechos brutos necesitan de la institución del lenguaje para ser enunciados pero los hechos brutos existen independientemente del lenguaje u otras instituciones.

Los hechos institucionales necesitan de instituciones humanas especiales para su misma existencia. El lenguaje es una de las instituciones, es el conjunto entero de esas instituciones”.

Para responder a la pregunta qué son las instituciones Searle distingue entre reglas constitutivas y regulativas. “Algunas reglas regulan actividades previamente existentes. Algunas reglas crean la posibilidad de ciertas actividades” (p.45)

 

Finalmente, Edmond MARC  y Dominique PICARD (Profesores de Psicología de la Universidad de Paris) se proponen dar un contenido riguroso al concepto de INTERACCIÓN SOCIAL que se ha convertido en una noción básica para las ciencias humanas. La tratan como un “fenómeno social total” (en el sentido de Marcel Mauss) es decir, como un fenómeno en el que la totalidad de la sociedad y sus instituciones está implicada y en el que interactúan muchas dimensiones, psicológicas, sociales y culturales.

Los autores abordan la interacción social como un proceso de comunicación interpersonal tanto como fenómeno social situado espacial y temporalmente, de naturaleza cultural marcado por códigos y rituales sociales. “Toda relación se inscribe en una institución que lleva con ella modelos de comunicación, sistemas de roles, valores y finalidades. Todos estos factores contribuyen fuertemente a una ritualización de las relaciones sociales”(P.17)

Dan cuenta así, del modo en que la cultura, las instituciones y los rituales sociales estructuran y regulan los procesos de de comunicación.

 

Cordialmente,

                            Mirta Bialogorski


From: Mirta Bialogorski

To: Juan Magariños

Sent: Friday, August 25, 2006 8:54 PM

Subject: WENGER.Comunidades de Práctica

bibliográficas y reseña sobre Comunidades de Práctica

WENGER, Etienne (2001). Comunidades de práctica: aprendizaje, significado e identidad. Paidós. ISBN: 84-493-1111-X Reseña sobre esta publicación

Artículo en inglés: What are communities of practice? By Etienne Wenger, available at www.ewenger.com/research, 2004.

Reseña del libro Comunidades de Práctica: aprendizaje, significado e integridad. Fuente: SANZ, Sandra (2003). http://www.uoc.edu/web/esp/art/uoc/ssanz1003/ssanz1003.html

A Etienne Wenger se le puede atribuir el hecho de acuñar el concepto de comunidad de práctica, que utilizó en el libro publicado junto con Jane Lave Situated learning. Legitimate peripheral participation (Cambridge University Press, 1991). Siete años más tarde, Etienne, ya en solitario, presentó el libro a cuya versión en castellano de Genís Sánchez Barberán, publicada por Paidós en 2001, pertenece esta reseña. A través de esta obra, Wenger concibe el aprendizaje como un proceso de participación social. Frente al implacable celo con el que actúan la mayoría de las instituciones contra las comunidades de práctica (CP), el autor defiende que el aprendizaje basado en la participación puede ser muy beneficioso para las organizaciones.

Para ilustrarlo, el autor presenta en el prólogo del libro, que denomina Contextos, dos viñetas a modo de estudio de caso. De manera muy amena y casi al estilo novelesco de mediados de los cincuenta, Etienne nos presenta a una encantadora tramitadora de solicitudes de una compañía de seguros médicos. Nuestra protagonista, Ariel, irá apareciendo a lo largo del libro para ayudarnos a entender lo que Wenger nos propone.

Entrando ya en materia, en la primera parte del libro se empieza a definir el concepto de práctica y el de comunidad, para más adelante aclarar qué es una comunidad de práctica, apareciendo, ahora sí, los tramitadores de solicitudes como un claro ejemplo de ésta. En este capítulo el autor nos presentará cuáles son a su entender las tres dimensiones de una CP: el compromiso mutuo, una empresa conjunta y un repertorio compartido (creación de recursos para compartir significado).

En la segunda parte Etienne se adentra en el marco de la dualidad de lo individual y lo colectivo introduciendo el concepto de identidad como pivote entre lo social y lo individual evitando una dicotomía simplista. De este modo, sostiene la idea de que "la experiencia de conocer no es menos única, menos creativa y menos extraordinaria por ser una experiencia de participación". Quizás ésta sea la parte más árida de lectura, pero no por ello de menos interés, ya que es donde los conceptos de participación y cosificación que constituyen el significado de la CP toman auténtica forma. Aquellos lectores que tengan la sensación de no haber captado del todo la pretensión del autor en la primera parte saldrán de dudas a mediados de esta etapa de la lectura.

Finalmente, en la tercera parte, que el autor presenta a modo de epílogo, se nos plantea cómo diseñar una CP, si es que ello es posible, porque el propio Etienne parte de la idea de que "el aprendizaje no se puede diseñar: sólo se puede facilitar o frustrar". Este apartado cumplirá dos objetivos: ofrecer un resumen de los temas principales y, al mismo tiempo, ilustrar el uso que se puede hacer del marco conceptual que se perfila. La importancia de la participación, la cosificación y la identidad, como los tres elementos que convergen al igual que los lados de una pirámide en las dimensiones de una CP, deberán unirse al papel que deben desempeñar las organizaciones y las instituciones en la tarea de diseñarla. Vale la pena llegar a esta parte del libro, donde la prosa recobra el ritmo ágil y accesible del principio, para acabar de asimilar todos los conceptos expuestos y analizados en él. El compromiso de la organización, su educación y la de sus integrantes aparecen, también, como elementos básicos para conseguir una arquitectura de aprendizaje que facilite el nacimiento de las comunidades de práctica.

Por último sólo querría apuntar que, si bien en ninguna de las líneas de este libro encontramos el concepto de gestión del conocimiento como marco disciplinario donde aplicar este tipo de actuaciones, qué duda cabe de que las CP son una estupenda forma, de las muchas que existen, de crear valor en las organizaciones por medio del conocimiento que en ellas se genera. Dicho de otro modo, uno de los caminos a través de los cuales circula el conocimiento es el camino de la práctica compartida. Por todo ello, este libro está altamente recomendado para aquellos que quieran adentrarse en ese gran cajón de sastre que comienza a ser ya la gestión del conocimiento.


 
From: Mónica Cohendoz
To: Magarinos de Morentin, Juan ; Juan Magariños
Sent: Monday, October 09, 2006 8:54 AM
Subject: Claude Grignon y Jean- Claude Passeron Lo culto y lo popular

 
Estimado Juan: le mando los primeros aportes de bibliografía de nuestro grupo, en caso de que necesiten los artículos completos podemos escanearlos. Saludos, Mónica Cohendoz
 
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Claude Grignon y Jean- Claude Passeron Lo culto y lo popular. Miserabilismo y populismo en sociología y en literatura. Bs. As., Nueva Visión, 1991.

 

Cap I “Simbolismo dominante , simbolismo dominado”

 

El texto aborda el problema de la dominación simbólica, caracterizando  la situación como la lucha entre un centro y una periferia; parte de dos principios que remiten a la concepción de luchas simbólicas de Pierre Bourdieu :a) no importa en qué condición simbólica funcione una cultura , tiende a organizarse como sistema simbólico ;b) una dominación social tiene siempre efectos simbólicos sobre los grupos dominantes y dominados que asocia.

Estos principios conducen al problema de la autonomía de la cultura dominada: hipótesis que sostiene que todo grupo social tiende a organizar sus experiencias en un universo coherente( proveniente de la sociología de Weber que sostiene que “ toda condición social es al mismo tiempo lugar y principio de una organización de la percepción de mundo en un “cosmos de relaciones dotadas de sentido”). Sin embargo, consideran que la “ambivalencia significante” de una cultura dominada- el hecho de que su concepción de mundo no sea unívoca, en ella aparecen sentidos compartidos con otras concepciones de mundo- pone en crisis la noción de autonomía para establecer que el “estatuto social de un objeto simbólico forma parte de la definición completa de su sentido cultural ”, es decir la autonomía es relativa, hay que vincular la cultura dominada con la dominante . Este planteo propone discutir, sin invalidar los aportes de cada postura, con el relativismo cultural que sostiene que la cultura posee sus propios códigos , autosuficiente y , por otro con la teoría de la legitimación cultural, que si bien toma en cuenta la dominación cultural, normaliza el consentimiento a la dominación en la medida que lo postula como legítimo.

Acerca de la noción de dominación

La idea de dominación social es planteada por Marx cuando sostiene que las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes de cada época en La ideología alemana , haciendo una homología determinista entre dominación social y dominación simbólica. Sin embargo no podemos sostener que el conocimiento de las relaciones de fuerza entre los grupos y clases nos sirva de clave para comprender las relaciones simbólicas que mucho más complejas y sobredeterminadas. Los autores consideran que “ una sociología de la cultura que quiera integrar los actos de dominación en su análisis tiene que dar siempre cuenta de un circuito completo de interacciones simbólicas y de constitución de simbolismos” (pp25.)

Proponen por un lado un análisis cultural: el que especifica las relaciones de una cultura con la clase social de quienes la practican ( del tipo que propone Richard Hoggart) que pone en relación dominantes y dominados, focalizando la autonomía simbólica.

Por otro proponen un análisis ideológico: la función que cumple la práctica cultural en la estructura de dominación .

Cap II “Alternancia y ambivalencia”

Los términos alternancia y ambivalencia le sirven para señalar como en la metodología de análisis de la cultura popular las concepciones sobre el objeto de estudio omiten aspectos del mismo. Señalan las rupturas que el relativismo  cultural y la teoría de la legitimación  han promovido:

1.      Respecto al etnocentrismo: el relativismo cultural le otorga a la cultura dominada el derecho a tener su propio sentido ( populismo)

2.      La teoría de la legitimación rompe con el relativismo cultural al sostener que las relaciones de fuerza vinculan  entre sí a las clases sociales de tal modo que la cultura dominada participa en un orden de legitimación cultural ( miserabilismo).

Proponen una tercera ruptura que articule ambas propuestas que enuncian “ engendrar un tipo de descripción en la que exista conciencia de la ‘deficiencia descriptiva’ “ que aporta una mirada critica sobre la propia concepción del objeto de estudio.

 

Aportes al proyecto Universidad de la calle: el texto sitúa las dificultades con las que se encuentra la investigación sobre cultura popular al abordar un universo simbólico  en situación de dominación cultural.

 

Resumen realizado por Mónica Cohendoz, investigadora-coordinadora del equipo virtual de la Facultad de Ciencias Sociales de Olavarría.


 

 

 
From: Mónica Cohendoz
To: Magarinos de Morentin, Juan ; Juan Magariños
Sent: Monday, October 09, 2006 8:15 AM
Subject: bibliografia teorica
 
Hall, Stuard. (1984): "Notas sobre la deconstrucción de lo popular", en Samuels, R. (ed.): Historia popular y teoría socialista, Barcelona, Crítica.
 

Resumen realizado por el alumno Sergio Di Pino del equipo Virtual de la Facultad de Ciencias Sociales de Olavarría

El autor centra su análisis en el estudio de la cultura popular. Esta se presenta desde la larga transición del capitalismo agrario hasta la formación y evolución del capitalismo como el un terreno de lucha continua en torno a las formas de la  cultura, las tradiciones, los estilos de vida de las clases populares; la cultura del pueblo trabajador.

Pensar la cultura popular como espacio de lucha  y de transformación implica visualizarla, en este devenir histórico, en relación con las instituciones de producción cultural dominante que dan lugar a complejas líneas de aceptación , resistencias, rechazo o inhibición, es decir como dialéctica de la lucha cultural ; un campo de batalla donde no se obtienen victorias definitivas, pero donde siempre hay posiciones estratégicas que se conquistan y se pierden.

Desde esta perspectiva el autor aborda una doble problemática: 1) las dificultades que plantea una periodización de la cultura popular 2) las que giran en torno al concepto de lo popular.

1)      La periodización en el estudio de la cultura popular plantea problemas difíciles ¿Son en gran parte descriptivas las rupturas importantes? ¿ Nacen del seno de la propia cultura popular o de factores que son ajenas a ella pero la afectan? ¿con que otros movimientos y periodizaciones se vincula más reveladoramente la cultura popular?

Stuard Hall reconoce que la constitución de un nuevo orden social alrededor del capital requería de un proceso mas o menos continuo, pero intermitente, de reeducación de los sectores populares en el sentido más amplio de la palabra.

El análisis sobre cultura popular ha tendido a oscilar desordenadamente entre los polos de la dialéctica Contención/ resistencia. Sin embargo ha permitido aportes importantes a la comprensión histórica al añadirle a la historia de la buena sociedad y la aristocracia Whig de la Inglaterra del SXVIII la historia del pueblo turbulento e ingobernable, lo que implica  concebir un campo más amplio de fuerzas sociales toleradas en un estado de equilibrio permanentemente inestable, con líneas de alianza y división.

Las transformaciones operadas entre los decenios de 1880 y 1920 al que denomina “Crisis social imperialista” presentan las mayores dificultades para alcanzar una periodización adecuada de la cultura popular. Es porque en alguna parte de este periodo se halla la matriz de los factores y problemas que llevaron a una restructuración de las relaciones políticas y culturales entre clases dominantes y dominadas, es un periodo que empieza a parecerse al nuestro y que no ha sido debidamente explorado.

 La prensa liberal de clase media desplazó y marginó a la  prensa radical y obrera indígena. Por encima de este proceso en los principios del SXX se produce la inserción activa y en masa de un  público obrero en un nuevo tipo de prensa comercial y popular. Una prensa organizada por el capital para los sectores obreros pero, a pesar de ello, con raíces profundas e influyentes del lenguaje de “los de abajo”. A esto sobreviene en 1930 un decenio de esterilidad en la cultura popular que no derivó, como se esperaba, en una cultura obrera, madura, radical y militante lo que no puede explicarse solamente desde dentro de esta cultura. El periodo de posguerra conlleva una nueva ruptura. No solamente en el cambio de relaciones entre clases sino en la relación entre pueblo, concentración y expansión de los nuevos aparatos culturales.

2) Acerca del concepto de lo popular

Explicaciones insuficientes:

Definición de mercado: Las cosas se califican de populares porque las masas de personas las escuchan, leen, las consumen. Aparece asociado a al manipulación de los sectores obreros que viven en un estado de “falsa conciencia”.

Cultura popular como sinónimo de cultura alternativa: Implica contraponer a la cultura de los sectores dominantes (cultura no popular)  una cultura de estrato  independiente, autónomo, autentico de cultura de clase obrera. Tiende a ser sumamente descriptiva y se basa en un inventario de infinita expansión. Cualquier cosa que el pueblo haya hecho alguna vez tiene cabida en al misma.

Estas definiciones resultan insuficientes porque el  principio estructurador no consiste en  el contenido que asumen las formas culturales sino en las fuerzas y relaciones que sostienen la distinción entre lo que, en un momento dado, cuenta como actividad cultural de elite y lo que no cuenta como tal. Por ello sufren alteraciones de periodo a periodo aunque las instituciones educativas y culturales se encarguen de vigilar las fronteras.

De esto surge una tercera definición de lo popular: “aquellas formas y actividades cuyas raíces estén en las condiciones sociales y materiales de determinadas clases; que hayan quedado incorporadas a tradiciones y practicas populares”. Si bien Hall considera que esta definición no está exenta  de problemas rescata lo esencial para la definición de cultura popular que son las relaciones que definen a la cultura popular en tensión continua (relación, influencia y antagonismo) con la cultura dominante.

Por último analiza las vinculaciones entre los términos popular y clase. Si bien el autor hace referencia a la lucha de clases y a la relación entre estas, no es una relación de fijeza histórica. Por ello prefiere retomar el concepto alianzas entre clases, estratos y fuerzas sociales tanto para los bloques de poder como para la fuerza cultural popular- democrática.

INTERROGANTES QUE PUEDEN RECORTAR EL PROBLEMA “UNIVERSIDAD DE LA CALLE”:

¿ los saberes de la universidad de la calle son parte de la “cultura popular”?, en tal caso ¿en cuál instancia de lucha hegemónica se articulan ?¿Tienen huellas de clase social? Estos interrogantes plantean que por un lado que hay  historizar el problema y por otro hay que vincular los saberes de universidad de la calle la con los otros saberes sociales de la época. 

Resumen realizado por el alumno Sergio Di pino del equipo Virtual de la Facultad de Ciencias Sociales de Olavarría